Las enfermedades neuromusculares constituyen un amplio grupo de enfermedades neurológicas que afectan predominantemente a los nervios periféricos (los nervios que conectan el cerebro y médula espinal con los músculos, la piel y otros órganos), la unión neuromuscular (la zona donde se conectan los nervios periféricos con los músculos) y los músculos (que se encargan de generar fuerza y movimiento).

Las enfermedades neuromusculares pueden aparecer a cualquier edad y pueden ser de causa genética  o adquirida (causadas por procesos inmunologicos, infecciosos, tóxicos, metabólicos, neurodegenerativos o debidas a compresión o traumatismo). Se distinguen 4 grupos:

  1. Enfermedades de las Neuronas Motoras: Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y otras.
  2. Neuropatías: Sindrome de Guillain-Barré, neuropatía diabética y muchas otras.
  3. Enfermedades de la transmisión neuromuscular: Miastenia Gravis.
  4. Miopatías

Los síntomas más frecuentes son: 

debilidad (p. ej. pérdida de fuerza en músculos de la cara, cuello, brazos o piernas), las alteraciones de la sensibilidad (ej. sensación de hormigueo o adormecimiento) dolor neuropático o muscular (debido a lesión de los nervios periféricos o músculos, respectivamente). Otros síntomas pueden ser la diplopía (visión doble), disfagia (dificultad para tragar), calambres o contracturas musculares.